Un rincón para mis inquietudes, mis pasiones, algunos de los mejores recuerdos y esas cosillas que a veces necesitas compartir con los demás.
Gracias a los GARCÍA-VARELA
Hay gente de esa que no hace nada por hacer, gente que aún le pone el alma, que no escatima esfuerzos, dedicación, entrega, simpatía, comprensión y sobre todo paciencia, mucha paciencia, cuando se trata de ayudar a los demás.
Miguel y María Luisa son así, desde luego.
Han aparcado sus ajetreadas vidas durante dos días para dedicarse a un grupo que se está haciendo, ayudándoles a madurar y a convivir. Nos han dejado su casa, su pabellón, su material y no han escatimado tiempo, dinero y trabajo para que a mi, a Pablín y a nuestras chicas no nos faltara de nada.
Gente así no queda mucha, y nosotros tenemos la suerte de tenerla cerca, velando por Eva, su hija, pero también por todos los demás.
Gracias, gracias y gracias
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