Apareciste en mi vida

Apareciste en mi vida entrando así, como de puntillas, pero al mismo tiempo echando abajo la puerta que esperaba ser abierta.

Andaba mi corazón distraído, revoloteando por un verano que tocaba a su fin. Y te posaste ante mi, mariposa, superando tu metamorfosis, tirando "el palo" al suelo y dejando que te abrazara con el corazón.

"Nos estamos conociendo", repetías temerosa mientras tu cuerpo pedía cariño y tu cabeza paz.

"Cuéntame una historia más", y yo alimentaba las mariposas de tu estómago para que las disfrutaras como loca quinceañera.

Te quise ir ganando poco a poco y de ese modo casi no me di ni cuenta de que el conquistado era yo. De que tu corazón era tan grande que me envolvía. De que en ningún lugar estaba mejor que enredado entre esa mezcla tuya de ternura y energía, de entrega y rebeldía, de paz hacia los demás y de guerra dentro de ti.

 
Qué fácil es ser contigo!

Por ahora…o quizá siempre


¿Qué hacía yo antes de conocerte a ti?

¿Qué hacía yo antes de conocerte a ti?
No es que no me gustara pero ya no me vale.


Seguro que a nuestros abuelos les gustaba la televisión que veían.
De pronto empezaron a verla en color...y todo cambió.

Así me pasa contigo.

Mis días tenían luz; los de ahora son radiantes.
Tenía días bonitos; los que tú me das son inolvidables.
También tenía días oscuros; ahora solo lo son cuando me faltan tus abrazos.

Anhelo seguir descubriéndote, descubrirme contigo.

Mi primer pensamiento al despertar; mi último recuerdo al dormirme.



Por ahora, o quizá siempre.