Quiero mucho a esta ciudad, amo esta tierra en la que he nacido y en la que vivo, pero día tras día veo como se desmorona en todos los sentidos, empresas, negocios, servicios, aunque el que más me toca de cerca es el del mundo del deporte.
En los últimos años hemos visto como desaparecía el RAM de Fútbol-Sala (División de Plata), como perdíamos al SAN JOSÉ (Liga Femenina de Baloncesto), como nos quedábamos sin el BALONCESTO LEÓN (muchos años en ACB y LEB), la CULTURAL LEONESA de Fútbol descendía obligada por un concurso de acreedores, el CLEBA de División de Honor de balonmano femenino sobrevivía a duras penas sólo con jugadoras leonesas y esta última temporada hemos sido testigos de la agonía del ADEMAR de balonmano (Liga ASOBAL), que gracias a su gran masa social logrará -deseo- competir en la máxima categoría, aunque añorando tiempos mejores.
Otros deportes, probablemente con menos gasto en infraestructura y en su "día a día", sobreviven con muchísimo esfuerzo y dedicación de sus dirigentes/entrenadores; es el caso del Club RITMO de Gimnasia Rítmica y la impagable labor de Ruth, o la entrega y sacrificio de Jose Enrique Villacorta para sacar adelante el SPRINT de Atletismo.
Hoy hemos sabido que la Cultural no podrá ascender a 2ª división B -cosa que logró en los campos- debido a la falta de avales, y también se ha publicado que el Club Baloncesto AROS (Liga Femenina 2) está en grave peligro por el dinero que le adeudan las instituciones públicas. Con muchos problemas incluso para disponer del aval necesario para poder iniciar la competición, el Aros lanza una llamada de auxilio que tantas veces fue desoída en nuestra ciudad.
Este es el desolador panorama con el que nos ha tocado convivir. Ahora pueden salir los que dirán que hemos vivido "por encima de nuestras posibilidades" -quizá algunos sí pero no todos- o los que defenderán un modelo en el que las instituciones públicas no tengan porque sostener el deporte profesional.
Todas las opiniones serán respetables, pero lo que es meridianamente claro es que sin deporte de élite, sin espejos en los que mirarse, el deporte en las generaciones que llegan dejará de ser una opción, y con ello los valores que representan y que consolidan su formación pasarán a ser residuales y a quedar escondidos tras la red social de turno.
Hoy decía mi amigo Fernando Ruiz Paz que hay cerca de 20 millones de personas que practican deporte en España, y que poniendo 10€ por persona triplicaríamos el presupuesto del Consejo Superior de Deportes;
Yo ya le he dicho que dónde hay que ingresarlos...lejos de los políticos que nos hemos ganado a pulso, eso sí.
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