Ayer por la noche, viendo las valoraciones que hacían los partidos políticos tras las Elecciones Autonómicas en Andalucía escribí lo siguiente en las redes sociales:
En las derrotas es cuando hay que estar al lado del que pierde (en el deporte, en la política, en la vida personal) si de verdad le apoyas.
Es muy fácil pasar la mano por el hombro o hacerse la foto en las victorias. Los que se visten por los pies también lo harán en los malos momentos.
Gracias a los que me apoyéis en las "buenas"; pero MI ADMIRACION Y RESPETO a los que estéis al lado en las "malas".
Reflexión tras las diversas derrotas de hoy.
Así todo: #GoWarriors #HalaMadrid #SiSePuede
Y es que no entiendo que alguien –visto lo visto ayer- no se de cuenta de que pierde mucha más confianza de la gente y va a ser peor valorado si escapa de sus responsabilidades que si las asume, por lo menos en lo que a imagen se refiere.
Pudimos ver salir en TV a Susana Díaz (PSOE) como flamante vencedora de los comicios, con gente que se amontonaba y empujaba para estar a su lado; vimos también al líder nacional de Izquierda Unida lamentándose por la derrota de su gente en Andalucía y dando la cara y animando a los suyos a sacar conclusiones de la derrota; y vimos también (o es más importante lo que no vimos) como el candidato del PP se quedaba sin que ningún peso pesado de su formación le acompañara en el día que perdía 17 diputados.
Rajoy fue 6 veces en dos semanas (más que en toda la legislatura) para hacer campaña junto a él; la vicepresidenta del gobierno hacía chascarrillos contra Susana Díaz y la advertía “menuda campaña que te espera, bonita”…
Y ayer…no estaba nadie a su lado; ninguno de los/as importantes tuvo repercusión pública apoyando o defendiendo a quién ellos/as habían puesto “a los pies de los caballos”
¿No pensáis vosotros, no pensamos todos, que valoraremos más –independientemente de los gustos o ideas políticas- a alguien que demuestre estar a la altura también en la derrota (en la victoria es muy fácil), a alguien que admita que en esta vida no siempre se gana?
Hay más ocasiones donde no se cumplen nuestras expectativas que en las que salimos triunfadores en nuestros objetivos y es en ellas donde yo creo que hay que ver de que están hechas las personas, cuáles son sus principios y si sólo van a hacer las cosas de cara a la galería.
Esto es una reflexión nacida de lo visto ayer en política, pero lo podemos ver, y es necesario extrapolarlo a nuestro día a día, en el que pierdes un partido o un campeonato, en que no consigues ese puesto de trabajo, fracasas en esa oposición, rompes con tu pareja, tienes un problema familiar o personal y te sientes derrotado, etc.
Recuerda siempre: El victorioso tiene muchos amigos. El vencido, buenos amigos.