Esta noche estoy nervioso pero me apetece escribir.
Lo estoy porque tú seguramente lo estás.
Porque compartimos *maripositas* en nuestros estómagos.
Porque hemos roto con sinceridad la barrera de la timidez.
Porque nos gustamos y ahora lo sabe también el otro.
Todos los comienzos dan un poquito de miedo.
Miedo a lo desconocido.
A exponerse de nuevo.
A sentir desde un corazón oxidado.
A comenzar algo que no sabes ni cómo ni a dónde te va a llevar.
No existe receta mágica.
No hay "almax" que apacigüe las mariposas.
Solo hay un camino por delante. Y lo quieres caminar cogido de una mano que deseas tener a tu lado, pero que aún no sabes si sabrá soltarte, si tirará de ti en exceso, si se dejará llevar...
Todos son preguntas, todos son dudas.
Benditas dudas, las prefiero a veces.
Ya sé a dónde han llevado las certezas a muchos.