La nieve marca la agenda

No es una novedad ver cubierto de blanco el suelo de nuestra tierra, pero sí es cierto que cada vez que esto ocurre nos cambia los planes inmediatos y nuestras actividades habituales sufren las consecuencias.


Este sábado no ha sido una excepción; el pabellón de la Universidad de León se ha encharcado debido a las goteras provocadas por la gran nevada de estos días y nos hemos visto obligados a suspender el partido que nos enfrentaba a las santanderinas del Arsán. Podíamos haber encontrado otra pista para el encuentro pero a las cántabras les vino de cine la excusa para no ponerse en carretera y evitar así complicaciones en el viaje de vuelta a causa del hielo.


Así que, con una tarde de sábado libre por delante (no sabe uno qué hacer con esta nueva experiencia) me eché a Pablín a cuestas y nos fuimos a visitar pabellones. En primer lugar vimos al Aros contra las de Canarias y más tarde disfrutamos del duelo fratricida entre Eras y Colegio Leonés en cadetes y junior.


Con dolor de cabeza (provocado por el arbitraje del último partido) seguí, esta vez sí, la agenda prevista y salí con Candy a cenar al Vivaldi. Mucho ruido y pocas nueces para un sitio donde se ve mucho más plato que comida y donde lo más abundante es la retaila que escriben en "la dolorosa", porque en esta ocasión, el sobrenombre se lo ganó a pulso.


Carpe Diem

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