Nuestra gloria más grande
no consiste en no haber caído nunca,
sino en habernos levantado después de cada caída.
no consiste en no haber caído nunca,
sino en habernos levantado después de cada caída.

A las 12:00 tuvo examen Silvia Romero en León, la recogí a la salida y de vuelta para Oviedo. Bocata por el camino en la autopista y llegada al hotel a las 2 de la tarde, con el equipo ya descansando tras la comida.
A las 16:00 empezaba nuestra final particular contra la Politécnica de Barcelona (1,2,3, UUUUPPPPPCCCC, como diría Pablín). El partido trascurrió como esperábamos, muy igualado, con nosotros arriba en las primeros 20 minutos, pero pagando nuestro esfuerzo y nuestra escaso banquillo en los minutos finales. Terminamos cayendo por 62-51, pero dándolo todo.
A pesar de caer (ante un gran equipo, bronce en el pasado Campeonato de España) estoy orgulloso de estas chicas. No se dejan nada, se entregan por completo y son unas cracks dentro y fuera de la pista. A las que disfruto en la ULE ya las conocía pero Arrate, Silvia y Laura han sido un verdadero descubrimiento.

Por cierto MUCHAS FELICIDADES a Laura, a la que entregamos después del partido una tarjeta y una típica cuelga para celebrar su cumpleaños.
Mención especial merecen Bea Pacheco, ayudando a veces como jugadora, a veces como entrenadora, y siempre como amiga; y Moses, que nos facilitó en todo momento a sus jugadoras del Aros.
Para terminar el día Pablín y yo nos fuimos a ahogar las penas con unas limonadas y con una gran cena en Tierra Astur, junto con Piki (¡qué grande!) y su amiga Menchu. Después de nos unió Anna Rivilla para tomarnos unas copas por ahí.
.jpg)
Gran día, sin duda, aunque hubiera sido redondo ganando a Barcelona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario