Este fin de semana debuté en una nueva faceta de nuestro deporte: el arbitraje.
No es que sea una actividad nueva porque, como comentaba días atrás con alguno de "mis nuevos compañeros", estoy acostumbrado a arbitrar cada día mis entrenamientos, mis partidos amistosos y, años atrás, muchos partidos de escolares que no cubría la Escuela de Árbitros.
De todos modos tengo que reconocer que la situación es bien distinta; tienes que preocuparte de tu colocación, tienes que "buscar la ventana" constantemente, te tienes que olvidar del balón y vigilar las zonas que te coresponden y luego señalizar correctamente y contestar a las protestas o preguntas que los jugadores o los entrenadores (¡ay! esos entrenadores, jajaja) te lanzan constantemente. Visto desde este lado, ¡qué pesados nos ponemos a veces los entrenadores!
La experiencia fue enriquecedora y además vi a gente que hacía tiempo que no veía: el sábado pité con Patri y Lucía un junior provincial masculino (a Luis Alberto y a Jose Ignacio - Discípulas contra La Bañeza), y el domingo, junto con Pelli y Toño, arbitré a Leon Plaza (Navatejera) contra Agustinos Eras de la Liga Senior Provincial Masculina, o lo que es lo mismo, a Diego Cuesta, Miguel, Adrián y compañía. Con Anina, Rojo y media ULE masculina en la grada estaba como en casa.
Pues bien, otro lío en el que me he metido para ocupar mi escaso tiempo libre. Espero que mi familia, mis perros, mis amigos y mi equipo sepan compartirme una vez más.
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